sábado, 27 de febrero de 2016

MI PRIMER MARATÓN: BARCELONA 2012


Un maratón no es solo una carrera de poco más de 42 km que la mayoría de los mortales que se atreven a correrla consiguen terminar en tiempos comprendidos entre las 3 y las 6 horas, poniendo sus cuerpos al limite.

Un maratón es un recorrido de varios meses repletos de ilusión, esfuerzo, dedicación y constancia con el único objetivo de cruzar una meta tras seguir una línea azul larga poco más de 42 km.

Un maratón es también un viaje emocional y dentro de uno mismo, que si además te pilla en un momento de tu vida bastante revuelto, hace que estas emociones se multipliquen.

Esto es lo que me pasó a mi. Esta no es solo la crónica de una carrera, es también el relato de un periodo complicado de mi vida.





Ficha de la carrera:

Carrera: Zurich Marató Barcelona
Fecha: 25 de marzo de 2012
Lugar:  Barcelona 
Tipo: ruta
Distancia: 42,195 km
Desnivel: en teoría inapreciable, si no fuera por la subida del Parallel en los últimos 3 km
Terreno: 100% asfalto
Coste inscripción: 61,50 / 73 / 84 €
Participantes: 16.216 (llegados a meta)
Mi objetivo pre-carrera: terminar, disfrutar y tener ganas de repetir
Tiempo final: 04:09:19
Posición final: 11.070


Unos meses antes del 25 de marzo 2012…

Empezaba el verano del año 2011 y casi sin darme cuenta la idea del maratón comenzaba a rondarme por la cabeza. Ya llevaba más de un año corriendo con bastante regularidad (mi primera carrera fue en abril de 2010) y en enero de 2011 había corrido, de forma un poco precipitada y sin mucha preparación, la Media Maratón de Barcelona (terminándola en poco más de 2 horas y con posterior lesión en la rodilla).

Empiezo entonces a buscar información relacionada con el maratón, hasta el punto que en verano, durante unos días de vacaciones en la playa, mi lectura fue ‘’La historia del Maratón de Barcelona’’ escrita por Miquel Pucurull. Otra lectura, unas semanas después, fue el libro ‘’Correr per ser feliç’’ de l’Arcadi Alibes. Estas historias me animaron pero la idea de correr 42 kilómetros me generaba todavía mucho respeto y muchas dudas.

Mientras, por aquella época, la relación con mi pareja venía de horas muy bajas ya desde el año anterior, pero en ese momento parecía que se iba recuperando poco a poco, lo cual también me hacía sentir más animado.

Una noche calurosa de finales de agosto, dando vueltas a la cabeza y sin poder dormir, finalmente lo vi todo muy claro y tomé dos decisiones importantes: la primera que iba a recuperar definitivamente la relación con mi pareja y la segunda que iba a correr el maratón de Barcelona del año siguiente. Ambas cosas no serían fáciles, no se harían de un día para otro y requerirían de preparación y constancia durante mucho tiempo, pero estaba dispuesto a todo y seguro de poderlas conseguir.

Me puse manos a la obra para lograr mis dos objetivos: en cuanto al objetivo personal, decidí de dejar a un lado las incomprensiones con mi pareja, empezar de cero y demostrarle que la quería y que le daría día tras día todas aquellas atenciones que habían faltado por mi parte en los meses anteriores por varias razones que no es el caso explicar aquí.

Y en cuanto al reto deportivo, en aquel momento era un corredor ocasional y salía a correr un par de veces por semana o cuando me apetecía, pero prepararse para un maratón lo veía como una cosa mucho más seria y necesitaba saber lo que tenía que hacer y como lo tenía que hacer.

Me puse a buscar por internet y a consultar algunos libros pero todo me parecía muy complicado o inalcanzable para mí: planes de entrenamiento de 6 días semanales, series, fartleks, tiradas largas, pulsaciones, ritmos aeróbicos y anaeróbicos… En ese momento todo esto era un mundo desconocido para mí. Finalmente en la Biblioteca al lado de casa, encontré lo que buscaba, algo sencillo y factible, el libro ‘’Maratón para principiantes’’. Había que bajarse un poco el ego y reconocer que en ese momento era un principiante en este mundillo, y no pasaba nada si no me entrenaba con el plan de entrenamiento del campeón del mundo de maratón. En el libro se explica cómo en una universidad americana montaron un plan de entrenamiento, gracias al cual gente que casi no hacia deporte podía llegar a terminar un maratón.

Me puse a leer el libro y decidí que ese sería mi plan de entrenamiento para preparar el Maratón de Barcelona de 2012. Este es el libro por si a alguien que esté en mi misma situación le interesa: http://www.amazon.es/dp/8480199105/ref=asc_df_848019910532005603/?tag=googshopes-21&creative=24538&creativeASIN=8480199105&linkCode=df0&hvdev=c&hvnetw=g&hvqmt=

 
El plan de entrenamiento

El plan de entrenamiento de ‘’Maratón para principiantes’’ es bien sencillo: 16 semanas de entrenamiento, 4 días por semana, y unos kilómetros que tienes que hacer cada día. ¡Ya está! No importa el ritmo, basta con que hagas los kilómetros marcados. De hecho el objetivo de cualquier corredor que haga su primer maratón debería ser el de terminarlo sin importar el tiempo. Cada semana aumenta ligeramente el número de kilómetros, se empieza la primera semana con 24 kilómetros hasta llegar a un máximo de 58 km en las semanas 12 y 13.

A finales de noviembre finalmente llega el momento de empezar el plan de entrenamiento. Lo primero que tenía que decidir era cuando iba a entrenar. Con dos niños pequeños las obligaciones son muchas y como he dicho antes mi otro gran reto era el de recuperar la relación con mi pareja, con lo cual mi intención era la de interferir lo menos posible con las obligaciones familiares. Así que decidí que iba a entrenar muy pronto por la mañana, los martes, miércoles y jueves me levantaría una hora antes de lo habitual para entrenar y a las 7.30 estaría ya duchado y listo para la rutina diaria, y después para ir a trabajar. No lo parece pero el desayuno de dos niños pequeños y prepararlos para la guardería ¡genera mucho trabajo! El fin de semana haría el entreno que toca en sábado o domingo, entreno que cada vez se haría más largo y requeriría de más tiempo.

Al principio cuesta un poco habituarse al nuevo horario, la clave es levantarse rápido de la cama en cuanto suene el despertador, porque si te quedas un rato estás perdido… Lo que parecía una locura pronto se convierte en un hábito, y además pronto me doy cuenta que no soy el único loco que está entrenando a esas horas en el paseo marítimo de Badalona, donde por cierto puedo disfrutar de bonitos amaneceres:
 

Además esta actividad física tempranera me es beneficiosa y me hace empezar con mucha energía la jornada laboral.

Las primeras semanas de entrenamiento proceden bien y poco a poco voy aumentando el volumen de kilómetros semanales y sobre todo acostumbrándome a la nueva rutina. Sigo el plan al pie de la letra y descubro que da gusto cumplir con lo que te propones e ir tachando los entrenos días tras día.

A finales de año descubro que en Badalona se va a celebrar una nueva carrera, la Maratest, una carrera de 30 km que está pensada para hacer la tirada larga previa a la maratón. No me lo pienso dos veces y me apunto enseguida, para un principiante como yo eso es perfecto y encima la carrera pasa por delante de casa, ¡no se puede pedir más!

Además haré la Mitja Marató de Granollers junto con unos amigos que pero aún no se han decidido a dar el salto al maratón.

Pues poco más que decir, cumplo con casi todos los entrenamientos excepto algunos que salto por motivos de trabajo o enfermedad, sin tener ninguna lesión y asimilando aparentemente muy bien el incremento de kilómetros.

El objetivo personal también sigue adelante, los altibajos son constantes y las dificultades no faltan, pero también hay buenos momentos que me llenan de ilusión y me hacen seguir con más ganas. El sentirme de nuevo enamorado me hace tener mucha confianza en mi mismo.

En febrero de 2012, la Mitja de Granollers la hago en 1h51', esta vez sí con una preparación adecuada para una media maratón y mucho mejor de lo que hice un año antes en Barcelona. Una carrera esta de Granollers de la que tengo un muy buen recuerdo, ya que la hice de principio a fin con mi amigo Carlos (es raro el caso de poder hacer una carrera yendo al mismo ritmo de un amigo de principio a fin). Tres semanas antes del maratón, la Maratest de 30 km me sale en 2h48', que sería un ritmo de 5'38''/km. Esa fue mi tirada más larga previa al maratón.
Maratest 2012

A partir de allí se empiezan a reducir kilómetros para llegar en las mejores condiciones posibles al día del maratón. Termino el plan de entrenamiento muy satisfecho y con la confianza de poder terminar así mi primer maratón. Aunque al primer maratón se vaya con la única intención de terminarlo sin importar el tiempo, siempre se tiene que tener una idea del tiempo que pensamos emplear, para así seguir un ritmo adecuado desde el principio y no pasarse de ritmo para luego ir sufriendo demasiado. Con los ritmos que he llevado en los entrenamientos y en la Maratest, calculo que un ritmo adecuado para mí sería alrededor de 6:00 minutos el kilómetro, y así terminaría el maratón en 4h12’ aproximadamente. Repaso el recorrido y la verdad es que da mucho respeto, por no decir un poco de miedo, ver lo largo que es, de punta a punta de Barcelona. Pero ya no hay vuelta atrás.

 
Recorrido Marató Barcelona 2012

 


El gran día

Después de los nervios de los días previos llega el día tan esperado. Me planto en la línea de salida junto a otros miles de corredores. La salida es a las 8:30 pero yo naturalmente salgo desde atrás y tardo más de un cuarto de hora en pasar por la línea de salida. En este tiempo que parece interminable me voy acercando poco a poco a la salida y la emoción crece, llegando a su culmine cuando escucho el ‘Barcelona’ de Freddie Mercury y cuando por fin cruzo la línea y ya empiezo a correr detrás de una línea azul pintada en el suelo.
 





Km 0-10

Es mi primer maratón pero en los primeros kilómetros no hay que dejarse llevar por la emoción y hay que saber controlar el ritmo para no pasarse. Mi objetivo ahora es disfrutar y me dedico a observar el entorno, para mí nuevo, en el que estoy metido. Enseguida me doy cuenta de estar metido en algo muy grande y muy diferente de todas las carreras que había hecho hasta el momento: entorno a mi veo a corredores con camisetas de muchos países diferentes, el público anima en idiomas diferentes, grupos musicales o de zumba o de percusión animan durante el recorrido: simplemente en esta primera parte estoy flipando y estoy como en una nube donde el correr casi es lo de menos.

Con todo esto y una parada técnica delante del Camp Nou (léase hacer pipí) los primeros 10 km los hago muy relajado y en poco más de una hora.
 
 

Km 10-20

En el tramo siguiente hay que ponerse un poco más serio, me encuentro muy bien y veo que puedo aumentar un poco el ritmo, pero sin dejar de disfrutar ni un momento, pasando por lugares tan emblemáticos como el Paseo de Gracia o la Sagrada Familia donde se concentra una gran cantidad de público. Estos 10 km los hago en 56 minutos y paso la media maratón en2h03'. ¡¡Hasta el momento todo perfecto!!
 


Km 20-30

¡Ya queda menos de la mitad! Ahora viene lo más difícil, pero me encuentro bien y no me salto ningún avituallamiento. Al km 30 llego en 2h53'. Sensación extraña ya que allí empieza lo desconocido, nunca he corrido más de 30 km y por primera vez voy rumbo a los 42 km.
 

Km 30-42

Es alrededor del km 30 cuando tres amigos me están esperando para acompañarme en los kilómetros más duros: Diagonal para arriba, Diagonal para abajo, ellos cumplen perfectamente con su cometido, además de correr junto a mí me entretienen y me animan (Filippo, ¡vas mejor que yo! Ya me gustaría jeje). Blanca, Alan y Roger ¡¡me ayudasteis mucho!! Qué pena que no tenga ninguna foto con vosotros de aquel día (entonces la moda de los selfies no era tan popularizada como ahora…).

Se acerca el paso por el Arco de Triunfo donde había quedado con mi pareja y con mis niños para que me fuesen a ver. Voy un poco nervioso porqué voy con retraso respecto a la hora en que habíamos quedado (sobre todo por culpa de los 15 minutos perdidos en la salida que no los había tenido en cuenta). Finalmente los veo y me están esperando, ¡qué gran alegría!

 
 
Igual fui un iluso, pero el hecho de que mi pareja estuviese allí significaba mucho para mí, significaba que las cosas iban a ir a mejor. Incluso yo llevaba un mensaje de agradecimiento para ella en el dorsal... La felicidad que experimenté en aquel momento se puede reflejar en mi rostro:
 


Esos momentos me dieron alas para afrontar el tramo final, siempre acompañado de mis tres amigos. Paso por Plaza Catalunya, Portal del Ángel, la Catedral, Plaza Sant Jaume, La Rambla, abarrotadas de gente (que pena que en las siguientes ediciones hayan modificado esa parte del recorrido y ya no se pase por Plaza Sant Jaume y La Rambla). ¡Es impresionante! Paso por el km 40: 3h55'

Solo quedaba el Paral·lel, pero con la ayuda de mis tres acompañantes se hizo muy llevadero. Finalmente ellos me dejaron poco antes de entrar en Plaza de España, para que yo disfrutara de mi entrada en meta.

Sí, ¡lo había conseguido! !!4h09'!!
 

Poco después de cruzar la meta, me senté en el suelo y todas las emociones se liberaron, y no pude evitar de llorar un buen rato.

No era solo el terminar mi primer maratón, que ya de por sí es una satisfacción y emoción enorme. Ese hecho significaba mucho para mí, significaba que con perseverancia podía conseguir cualquier otro reto y objetivo que me proponía, y eso me daba una gran fuerza y confianza.



Analizando a posteriori la carrera, creo que mi primer maratón no podía haber ido mejor: cumpliendo y hasta mejorando lo que pronosticaba (ritmo de 6:00 minutos el kilómetro), 2:03 la primera media y 2:06 la segunda, muy cansado evidentemente pero sin problemas o molestias significativas (puedo afirmar que en mi primer maratón no conocí al llamado 'tío del mazo', que suele esperarte en algún lugar a partir del km 30). Y a nivel personal un día muy feliz.

 


A quien vaya a afrontar su primer maratón, solo le puedo decir una cosa: ¡que salgáis a disfrutarlo!

 
Conseguí el reto de terminar mi primer maratón, pero aún seguía con mi gran objetivo personal con mi pareja. Continué perseverando, pero finalmente, pasados ya varios meses desde aquel 25 de marzo de 2012, y a pesar de haberlo intentado durante mucho tiempo, no pude conseguir el segundo de los objetivos que me propuse aquella noche de finales de agosto de 2011. Allí el muro me venció y me obligó a pasar página.
Pero de todo se aprende y de ese tiempo me queda la satisfacción de haber luchado por ello.

 

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